10.11.10

Historia rosa y silencio cómplice


Un par de días atrás tuve una entrevista con un hombre cincuentón, profesional, militante izquierdista desde la adolescencia, hoy integrante del Partido Socialista.
Salvo por un breve encuentro que al parecer habíamos tenido más de 20 años atrás, y que yo no pude recordar, no nos conocíamos. Hablamos de cosas que nada tenían que ver con la política. Cuando terminamos y ya nos íbamos a despedir, me dijo:
-Antes de irme quiero felicitarte por tu libro.
Le pregunté por cuál. Se refería a Historias Tupamaras. Me dijo, palabras más, palabras menos (yo no estaba grabando ni tomando apuntes ya que no se trataba de una charla periodística):
-Yo en aquellos años era “bocamaro”, es decir tupamaro de boca. Y por mi propia experiencia sé que muchas cosas fueron exactamente como se cuentan en el libro. Otras no las viví, pero los testimonios que recogés son categóricos. Es una vergüenza cómo los tupamaros han reescrito la historia, contando un cuento de hadas que nada tiene que ver con lo que pasó en la realidad. Y que los jóvenes de hoy se lo creen todo. Que ellos nacieron para luchar contra la dictadura, por ejemplo. Claro, el cuento de hadas es mucho más lindo que la realidad...
No es la primera vez que me pasa. Muchos frenteamplistas me han dicho lo mismo. Saben que el relato rosa que se ha inventado el MLN es mentira. Agradecen que Historias Tupamaras se atreviera a enfrentar los mitos del MLN.
No me parece raro, ya que el libro no es de izquierda ni de derecha, sino que simplemente intenta aportar testimonios, documentos y una nueva óptica sobre una parte importante de la historia reciente.
El filósofo argentino José Pablo Feinmann, un referente del progresismo, escribió días atrás en Página 12 respecto a cómo debería ser la militancia izquierdista hoy:
“Si quieren admirar al Che como símbolo de la rebelión, perfecto. Si lo toman como el héroe y el mártir de la lucha armada y el foco (teoría que le dio un francesito de esos años: Regis Debray y que Guevara perfeccionó y llevó a la práctica, una práctica desastrosa en la que sin duda tuvo la dignidad impecable de morir, de poner su cuerpo al lado de sus ideas, penosamente equivocadas, de aquí que ese cuerpo terminara acribillado por un pobre y asustado soldadito boliviano) el camino será otra vez el del desastre. Si insistimos tanto en la militancia territorial y no en la violencia, es porque la violencia fue un mal camino”.
Ése, exactamente, es el tema de fondo de Historias Tupamaras.
Por eso cada vez que algún militante o adherente frenteamplista notorio me felicita en privado por el libro, además de la lógica satisfacción, siempre me asalta la misma pregunta: ¿por qué las instituciones de la izquierda frentista que no es pro MLN han ignorado a Historias Tupamaras? ¿Por qué sus partidos, sus dirigentes, sus periodistas y sus intelectuales, salvo un par de notorias excepciones, no han dicho nunca nada sobre el libro?
Llama la atención: seis ediciones consecutivas, casi 6.500 ejemplares vendidos, miles de frenteamplistas agradecidos y, sin embargo, ese profundo silencio.

Artículo de Leonardo Haberkorn
Prohibida su reproducción sin autorización del autor
Si desea compartir puede enviar el enlace: http://leonardohaberkorn.blogspot.com/2010/11/historia-rosa-y-silencio-complice.html o usar los botones debajo.
el.informante.blog@gmail.com

Últimos comentarios

Páginas vistas

Etiquetas

accidentes de tránsito Alejandro Atchugarry Alemania Alimentación Álvaro Moré Amodio Pérez Ancap Andes Argentina Artigas aviación Bicentenario Bolivia Brasil Caraguatá Carlos Koncke; Alejandro Vegh Villegas Carlos Liscano Cesáreo Berisso charrúas Che Guevara. Checoslovaquia Chespirito - Roberto Gómez Bolaños Chueco Maciel Ciudad de la Costa Comunidad Jerusalén Creative Commons Crónicas de sangre sudor y lágrimas Crónicas y reportajes Cuba Cultura Daniel Castro Daniel Vidart Daniel Viglietti delincuencia Democracia Derechos humanos diarios dictadura Doble discurso europeo Drogas Eduardo Galeano Eduardo Pérez Silveira. Libros educación El Chavo empleados públicos Engler Enrique Tarigo entrevistas ETA Evo Morales Fernández Huidobro Fernando Parrado financiamiento de los partidos políticos Fito Páez Fuerzas Armadas Fútbol Gabriel Ohanian Gabriel Pereyra Gavazzo Gente que no sabe leer y tergiversa lo que uno escribe Gerardo Caetano Grasas trans (transexuales) guaraníes Günter Wallraff Herencia maldita Historia historia reciente Historias tupamaras Historias uruguayas. Hotel Carrasco Hugo Alfaro Hugo Batalla Hugo Bianchi Intendencia de Canelones internet Israel Italia Jaime Roos Jorge Batlle Jorge Lanata Jorge Zabalza Jose Mujica Juan Salgado La República Leonardo Sbaraglia Liberaij Libros Libros. Liber Literatura Luca Prodan Luis Almagro Luis Lacalle Luis Lacalle Pou Madonna Maltrato animal Maracaná Marcelo Estefanell Mario Benedetti Medicina Medio ambiente México Michael Jackson Miguel Ángel Campodónico Milicos y tupas MLN-T Montevideo Música Neber Araújo Nelson Sosa nombres raros Óscar Padrón Favre Oscar Tabárez Pablo Cuevas Paco Casal Palestina Paraguay Partido Colorado Partido Comunista Paz Peñarol periodismo periodismo cloacal Perú PIT-CNT Plagios y otras situaciones dudosas Pluna Política Política uruguaya Pollo homosexualizante Primavera de Praga publicidad Racismo Radio Raúl Sendic redes sociales Relato Oculto Renzo Pi Hugarte Roberto Canessa Rock sabihondos Salud Sin comentarios Sindicalismo sindicatos Sirios en Uruguay Sobre lo políticamente correcto Sonia Breccia Sumo Televisión Tenis terrorismo tortura trabajo Twitter Uruguay Venezuela Víctor Hugo Morales. Violencia doméstica Visto y/o oído zoológico

Atención

Los derechos de los textos
publicados en El Informante
pertenecen a Leonardo Haberkorn.
No se permite la reproducción
sin autorización del autor.